El Toro en México
Por Bardo de la Taurina
Enrique Ponce, Julián López ‘El Juli’ y
Sebastián Castella, le andan dando vuelo
a la hilacha en la Feria de San Marcos, aunque a decir verdad por esta
ocasión el toro se les fue por delante y es que cuando son joyas se convierten
en auténtica joya de atracción como los que mando el viernes 27 el ganadero de La Joya
Don José Antonio González Esnaurrizar, toros
que traen tatuada la la seriedad,
por ello fueron bien recibidos desde que aparecieron acartelados en la marquesina de la feria donde había y hay encierros
respetables y otros rechazables.
Los de La Joya iban a ser enfrentados por el guerrero inca
Andrés Roca Rey, pero por esas cosas del destino, le giro la luz de la fortuna
a Sebastián Castella, quien en el pasaporte traía el sello de figura en funciones
de sustitución con derecho a ser el triunfador,
claro, si andaba firme con las telas, lo que sí hizo y dejo de hacer con las las espadas que no le alcanzaron pa’ llenar el
morral de peludas; Arturo Macías dio un
infortunado paso y salió perforado en
tridente trayectorias que en conjunto rebasan el medio metro de una extremidad a consecuencia de que el de
La Joya hizo lo que saben hacer los
toros enteros, dar cornadas cuando se está a merced de ellos y mando al
castigadísimo torero de la tierra, a la cueva de los galenos, a los que les había brindado el toro anterior pa’ agradecerles que lo hubiesen atendido recientemente
de una cornada en el cuello, ¿Cuántas
van Arturo?
Por cierto tendré que preguntar a algún enterado local ¿si en
Aguascalientes y en cualquier plaza es correcto que los brindados salgan al ruedo a
recibir el brindis?, máxime cuando no son toreros y más aún sin estar vestidos de luces, en fin los galenos fueron
reconocidos aunque tal vez hubiese cambiado el destino si en en lugar de
brindarles el matador Macías, los hubiera invitado mejor a tomarse un delicioso
carajillo al ‘Café Galeno’ que es la sede social de los galenos en el sur de la
ciudad y donde en sabrosa charla les pudo platicar que en Francia en el mes de
julio enfrentara a los fieros Miuras y a los de Palha en la misma corrida, y
siguiendo con la tarde decir que Sergio
Flores también se despachó tres bureles, pues saco la American Express y se
auto regalo uno.
Decir que lo que el
ganadero mando fue una colección de capas
cromáticas, con garantía en las edades, solvencia en la báscula, miedo en los
puntas y presunción orgullosa del encaste Parladé que por vía de los sementales
les viene maridada con sangre pura
española de las hembras que los parieron, en las embestidas, pues claro que requerían
de lidia con todo lo que ello implica un toro bravo, un arrastre lento y una la vuelta al ruedo avalan que el ganadero
José Antonio González Esnaurrizar, está acurrucado en los cuernos de la
luna, bueno, como será la cosa que la bravura maciza de uno de los galardonados
quedara perpetuada en obra de taxidermia, la cabeza formara parte del museo taurino del
Salón España en el Centro Histórico de la Ciudad de México, además en la
colección de pinturas sobre cabezas de toros famosos que está preparando el artista
de los pinceles Fco. Álvarez desde ahora la imagen que puede ser la de ‘Enamorado’
o la de ‘Pepe’ ira derechita al lienzo
pa’ convertirse en obra de arte,
ahí está el reconocimiento a los triunfadores y sobre todo a un ejemplo de cómo debe de ser presentada
una corrida de toros.
Y pa’ las páginas del ¡HOLA! Lo que ocurrió en el sexto de la tarde con el matador Sergio
Flores previo a su presentación en la madrileña Feria de San Isidro, le brindó
a la novia del comunicólogo taurino más popular de este país Carlos Millet, con
la sorpresa que en la montera iba prendida
una joya con zendo diamante de compromiso, con el que la notaria agraciada le dio el ¡Sí!
al conductor cincuentero del programa internacional ‘De Toros, de Ferias y Algo
Mas’, quien se llevó las ovaciones por su intrepidez amorosa que llegó hasta el desplante de
ponerse de hinojos en el momento de la pedida, sin duda una tarde de joyas y sorpresas.
Al día siguiente que fue sábado la otra cara de la ganadería
mexicana, la que a veces parece fabricar vacunos a destajo y sin control de
calidad como nugets, pa’ consumo del negocio del corporativo Bailleres, al que ‘El
Juli’ a uno de ellos lo rehabilito na’ más pa ’que a nadie se le
olvide su capacidad.
Y llego el domingo con
Enrique Ponce que se reafirmó como una figura que a donde va lleva el estallido y el escándalo, como en el
primero que pa’ el juez fue de rabo y
por eso se lo dio a pesar de que a
muchos eso les derramo la bilis… (y me pregunto; ¿a quienes no les cuadra el
toreo de Ponce, quién les pone en la cabeza un cuerno de chivo pa’ obligarlos
ir a verlo torear?) así es la vida, no
todos están de acuerdo con las monarquías, como tampoco nadie estuvo de acuerdo
incluyendo probablemente al mismo juez
que en su segundo turno le soltaran a un niño-vacuno con motivo de que en México
este lunes se celebra el día del niño, más el juguete fue regresado al juguetero,
y ya con el sustituto otra faena de
cascabeles que Ponce le brindó a un pequeño gigante, el maestro Armando
Manzanero del que el torero valenciano seguramente es uno de sus apasionados
fans y en una de esas hasta lo anda interpretando dedicándole a su Paloma
adorada aquello de;
Adoro la calle en que nos vimos, la
noche cuando nos conocimos.
Adoro las cosas que me dices, nuestros
momentos felices, los adoro, vida mía…
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