México y
anexas…
Las
Bardianas
Arte Oscar MIRando el arte
Quien no quiera comprender
que una cosa es el toreo como debería de ser y otro lo es el que se ve en los
alberos, el que por la propia naturaleza de los mismos es como el tiempo, el
que solo como mera excepción se construye con verdadera solidez, la que hay que
decirlo, casi nunca resiste los embates y por ello siempre la propia vida, es
un río de oportunidades en el que quienes se hacen de ellas se asumen como los
todo poderosos, que no admiten en sus moléculas algo más que no sea lo
proveniente de su propia esencia, tal lo es en el arte del rejoneo donde lo
hermoso de físico, de maniobra, no concuerda con lo horrorosos de sus hilos que
son el arma más poderosa que mueve el titiritero Pablo Hermoso de Mendoza.
Ayer que por
horarios en México fue domingo, en la que debería de ser la recién inaugurada feria más pujante,
brillante, atrayente y provocadora de orgullo, que lo es la llamada Feria
Internacional de Caballo, la que se realiza en Texcoco, ese territorio que hace
unos meses perdió toda ilusión por convertirse en un centro de la pujanza y el
desarrollo, lo cual se les fue
arrebatado de las manos con el aborto dramático y caprichoso, incomprensible y
absurdo de la cancelación de la construcción
de una de las más sólidas plataformas para el ascenso de todo el país al primer
mundo, el que se daría con la terminación del Nuevo Aeropuerto de Ciudad de México.
Ahí en ese Texcoco
que es ventana colindante con la capital y donde también se asienta una de la
mancha humana más grande del país que lo es el municipio de Netzahualcóyotl a
la que se le une millones y millones de habitantes, lo que debería de ser una
supuesta garantía para que la Plaza de Toros Silverio Pérez, se viera colmada
de bote en bote cada que se anuncie que va a sonar el clarín, lo cual en este país
ya casi no sucede y mírese que estos dos días a la materia prima que es el
ganado no se le debe dar penitencia en el trapío, salvo un negrito en el arroz
que fue más grande que un pecado, el festejo inaugural será recordado con el
que el quinto de la tarde le partió las carnes al torero de la tierra Rodrigo
Cepeda “El Breco”, ¿Por qué le sucedió eso? pues porque cuando los toreros
tienen hambre, ambición, enjundia, determinación y valor por ser alguien dentro
de la Fiesta Brava, se entregan con
apasionada entrega y los toros en una de sus facetas les entregan cornadas y
eso fue lo sucedido, un torero arrojado y un toro entero en la danza de la
sangre, que también es la de los elegidos pues quienes van en busca del camino de la gloria son solo los
bendecidos con la voluntad de los guerreros.
El cartel cumbre de
la feria se dio ayer Pablo Hermoso de Mendoza y su heredero al que francamente
no nos hemos grabado su nombre pero creo que le dicen “El Junior” aunque más precisamente
debería de ser el cómplice del padre y es que además lamentablemente prácticamente
todo en el entorno de Hermoso de Mendoza o es de complicidad o de sumisión y hasta
de fraude, ¿pero qué necesidad siendo el mejor del mundo?, en el mismo cartel
se anunció al atrayente “Torero Charro” Joaquín Gallo, pero bueno, siendo una corrida
de puros rejoneadores, en donde también encajó un bullidor azteca que lo es
Luis Pimentel y ahí les va amigos de España y de todo el mundo taurino un
intento de cronología de cómo está la vergonzosa fiesta mexicana, cuando en
ella interviene el clan o cártel de los Hermoso de Mendoza.
Siendo el festejo mixto
primeramente debió de haber actuado Pablo Hermoso de Mendoza, seguido del
alternativado Luis Pimentel, luego Joaquín Gallo, seguido de quien ahora veo se
llama Guillermo Hermoso de Mendoza, estos dos últimos toreros sin alternativa,
y en quinto y sexto lugar repetirían los de doctorado, para esto previamente en cónclave el clan decidió que abriera Joaquín Gallo y siendo así debió de cerrar
“El Junior”, previo a ello el sorteo se debió de haber realizado como lo indica
la lógica, toros con toros y novillos con novillos, lo cual no se hizo así,
dado que un novillo llegó con una nube en un ojo y a producto de gallina obligatoriamente se lo encajaron al Joaquín
Gallo, salió el animal que por el defecto físico no veía y de salida se estrelló
en las tablas saliendo del encontronazo descoordinado, en pocas palabras estábamos
ante un animal de origen imposibilitado pa’ ser lidiado.
Preguntas:
¿Por qué el ganadero
incluyó un toro no apto para ser lidiado?, ¿Por qué la empresa compró un
novillo con un notorio defecto?, ¿Por qué el juez Gilberto Ruiz Torres a ojos
cerrados no lo rechazo?, y ¿por qué el clan
de los Hermoso de Mendoza se lo enjaretó a Joaquín Gallo? Sin sortear,
luego con una tibieza que daba desesperación del Juez y de la Empresa y ante el tsunami
de protestas el novillo fue devuelto, lo cual no se logró pues los cabestros
brillaron por su ausencia, como un recurso trataron de lazar desde el callejón al
novillo sin éxito y como por embrujo salió Joaquín Gallo y habilidosamente y
poniendo en riesgo sus integridad y la de su caballo de un guadañazo pasaportó al lisiado, lo procedente
hubiese sido ya que el novillo había sido cambiado que inmediatamente saliera
el sustituto, lo cual no sucedió hasta después que el “Junior” sacó otro
novillo y pa’ entrenarse de cara a su flamante alternativa que próximamente tomará
en Sevilla.
Casi cuatro horas después
de que todo había comenzado incluidas las escalofriantes pegas de los forcados,
Joaquín Gallo salió a anunciar que regalaba un novillo, lo cual hizo pensar al público
que la empresa se hizo ojo de hormiga
con la sustitución, ¿o qué?, ¿el propio rejoneador o algún mecenas tuvieron que
pagar un novillo de regalo?, el caso es que éste “Rejoneador Charro” es imán
para el metal y la gente se chuto todo el rosario de anomalías y atropellos
esperando ver la actuación del rejoneador del presente y del porvenir, ¡ojo! ahí
hay un filón de oro en atracción, porque después de los petardos con lo rejones de muerte que pegaron el padre y el hijo era
como pa’ que la gente se hubiese salido de la plaza, lo cual no sucedió.
Apareció ‘Texcocano’
de una ganadería que pudo haber sido Montecristo o Julio Delgado ‘¡Y agárrate mi chata que hay te voy, hasta
hacer que cruja el petate!’, en lugar de Gallo nos salió un León son sus
suertes del sarape, el torear a pelo, las banderillas precisas, el corazón
ardiendo, los sones del pasodoble “Silverio” atronando en el espacio, ‘torero,
torero, torerazo…’, miles de pañuelos en seda blanca en el graderío cual pétalos de alcatraz en
primavera, maravillaban a la gente con la obra de arte en ellos estampada
brotada de la fresca feminidad de la pintora ‘Marusia’ a la que también hay que
seguirle la huella, las cortas de lujoso papel áureo fueron el preámbulo a que
a que la hoja de peral salida de las manos artesanales del maestro “Vale” el
rey de los aceros del bravo Tepito, se fuera introduciendo en las carnes de un
novillo forjado por un “Charro Torero”.
Más odas, más palmas,
la gente en salto de marabunta a la arena pa’ las volandas del caballero
elegante y educado que con el orgulloso par de peludas, complació a la gente
que ahora quería fotografiarse, tocar al torero, invitarle una chela (caña) en
el graderío, las guapas pedían besos del torero que circundaba los tendidos dando
entrevistas, sonrisas y orgullo de saberse un triunfador, como hombre, como
rejoneador y como mexicano.
La noche se cubría
de estrellas, y en las entrañas de la plaza el jinete compartía una guajolota, con los cubeteros ya entregados
al descanso, mientras el rejoneador al alimón pendiente del embarque rumbo al
rancho, cuando se escuchó a un hombre del pueblo que dijo; –Hermoso trajo 27
caballos y Joaquín trajo 3 dos para torear y uno pa’ que aprenda-. Y eso le bastó
pa’ decir; Aquí sólo mis chicharrones
truenan.
Olé y enhorabuena para esta promesa del rejoneo en México
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