domingo, 15 de septiembre de 2019

¿Toros o tecolotitos?


México y anexas… las Bardianas

Sé que soy huraño, reacio, arisco en el trato, escéptico, ermitaño  y ¿cómo no lo voy a ser ante lo de hoy? si nací con la sangre fresca del “Mounstro”, y de “Joselillo”, me toco algo más que estrecharle la mano al “Petronio” fue separando el antebrazo parsimoniosamente dirigiendo la palma lentamente hacia el frente ladeado y la emoción y el respeto me dijeron; Tómasela y bésasela, ni se inmuto,  por algo había sido entronizado con la ‘Tiara papal del toreo’. Profeso la veneración hacía un texcocano que fue  un “Faraón”. Le tengo levantado un auténtico altar a un “Demonio de pasiones”.  Vi en la casa paterna beber coñac a las doce del día comiendo chilaquiles  al genio, músico y poeta que escribiera -‘No cambio por un trono mi barrera de sol’-. Recibí junto con mi señora una estampa guadalupana obsequiada por el Dr. Alfonso Gaona. Me toco el ocaso del “Ogro de Pino”.  El desastre de “El Gallego”. Me dispensó su amistad “El Negro” Muñoz y quede hermanado con “El Soberano”. Derrame lágrimas una noche zaina hombro con hombro con “Valentillo” en el lugar donde se extinguió “El Ciclón”,  todos ellos forjados en el sólido yunque de lo verdadero, aunque algunos hayan sido unos hijos de la guayaba.

Y como dijera una voz Mágica -Le quieren enseñar locuras al chala’o- ahora que vive sumido en el inframundo de la decepción, del dolor, de la tristeza y todo porque no entiende el tarado,  la Fiesta diseñada y operada bajo las normas de la planeación financiera, donde un consorcio, el éxito lo encuentra en los números verdes de un balance corporativo y no en la euforia del rojo de una muleta, donde extraer plata, promover goles con causa, vender trapos finos en un palacio, hacer toreros en troquel pa’ luego ser explotados en sus garitos,  crear sus reses a granel, es su misión.

Y pa’ rematar no entiendo la cuernuda por twitter, donde los coristas y los jilgueros pregonan que hay que defender la Fiesta, equivocando todo como de costumbre, ¿o no es una equivocación invocar a la defensa a menos que estén tratando de asumirse como Autodefensas? hoy tan de moda en el mundo del hampa, la delincuencia y la violencia, no gerentes, ejecutivos y tropa, no confundamos antes de defender hay que rescatar la esencia de la tradición no la causa, más en ambos casos quienes deberían de hacer esto son los elementos que son; el toro bien armado con kilos, edad y dos puñales, bayonetas, guadañas que al solo girar con su bravura jamás rebajada sean capaces de sangrar al viento de las emociones  comenzando por subir el pavor al tendido.

Y por supuesto que en esto es decisivo dar el paso al frente, firme,  pujante, entregado, comprometido, orgulloso, férreo, contundente, no solo solvente, digno, decoroso, aplaudible,  ¡no toreros!  ustedes son la razón pa’ que el toro exista y si a él se le exige bravura, lo menos con lo que ustedes pueden, ¡qué digo! corresponder, cuando lo que tienen es la obligación, el deber de entregarse por igual con valentía y si es necesario hasta la entrega total  que es la muerte misma en el ruedo, la contundencia por la esencia, hoy se requiere como dijera un “Califa de Córdoba”-Si el toro no embiste, hay que embestirlo hasta arrancarle las orejas a mordidas-. Y cuando digo orejas, por supuesto que me estoy refiriendo a las sólidas, a las verdaderas, no a las de regalo que son las que hoy están de moda, igual que las bolsitas de plástico de empaque biodegradable.

Si no están dispuestos a eso y sí a ungirse como muñequitos de luces y colores sin arriesgar ni la sonrisa, se verían mejor en un ruedo de merengue arriba de un pastel de Sanborns que al fin y al cabo es pura melcocha.

Ahí me avisan si me voy al toro o a los tecolotitos, porque la gente con su asistencia, ya está dejando ver a donde prefiere ir.


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