BARDO DE LA TAURINA
Para los sibaritas de
lo gourmet, en el rango de lo popular, lo mejor se paladea en las tradicionales
fonditas de los mercados y una de las concurridas es la que está en Portales
lugar en el que fue a palmarse hace muchos años atrás “Don Dificultades” ogro que
dejó su calle de Pino buscando las tablas
y por acá las encontró, ¡Ay! luego me brinco las trancas del tiempo y hablo de
los personajes como si todos los hubiéramos conocido, incluso a los que fueron
leyendas grandes como Don José Jiménez
Latapí, quién tal vez en el rango del periodismo de las cuernas y las
cogidas, ha sido el más influyente de este país azteca en el que llegó apoderar
al mítico novillero español oriundo de Noceda de Curueño que es provincia
Leonesa, Laurentino López “Joselillo”,
quien apenas en el despertar de la hoy moribunda Plaza México, salió con un
agujerote que le hizo el novillo renegrido “Ovaciones” de Santín, pa’ palmarse
a unas cuadras de ahí en el hospital de los toreros cuando corría el 14 de
octubre el año de 1947, largo el trance hospitalario pues la cornada había
ocurrido el 18 de septiembre.
También ahí en Portales vivía y viví en encuentros a Carlos Monsiváis y que coincidencias, los
dos ,“Don Difi” y “Monchi” tenían un amor desmedido y apasionados por los
gatos, que no por las felinas pues
nunca los vi por el California Dancing Club, que es el orgullo del barrio, pa’
lucir las caderas y los encantos en puntas, al son de las mejores orquestas,
danzoneras y hoy grupos ruidosos, eso sí sudorosos, llenos de lentejuelas y más
apoyados en la tecnología de las mezcladoras de sonidos computarizados que en
el talento musical.
Monsiváis quién era
asiduo al tiradero de chácharas y fierros viejos nos recuerda Magia reposa polvosamente dentro de una
urna en forma de gato de barro, que es toda una obra de arte hecha
artesanalmente por el artista de moda hoy en día el activista Francisco Toledo
y a la que llamó la Gaturna la cual
puede ser admirada en el Museo del
Estanquillo, que se encuentra en una esquina altamente significativa por
varias razones, la primera es que en tiempo del Porfiriato a esa calle se le puso el nombre de Isabel la Católica la cual ahora que se anda tratando de acabar con las
tradiciones, ojala no le vayan a truquear el nombre por el de “Paquita la del
barrio”, y otro acontecimiento trascendental lo fue que ahí “Pancho Villa” descolgó
la plata urbana que decía calle de
Plateros y desde entonces se llama Madero.
Bueno ya enfilados por ahí llegamos a Librería Tauro, (Justo Sierra # 30) de la cual
salimos con un libro bajo el brazo que hoy se hace referente al tema que hoy la
Fiesta va a la baja, el libro se llama ´Ultima noche en Palacio´ de la autoría
de Manuel Gomezperalta Damirón editado por Ediciones B México S. A. de C. V. en
el año del 2016, el libro versa sobre diversas charlas que el autor sostuvo durante
las veces que estuvo presente en las ceremonias que en el seno de lo que fue la
antigua Casa del huey tlatoani Moctezuma Xocoyotzin, antes de la conquista, en esos eventos fastuosos el autor en
su calidad de político de alta graduación estuvo en una de esas noches de
Independencia en la pag. 159 cito un pasaje que debió de haber ocurrido antes
del año de 1995, es decir unos veinticinco años –Pasa a
nuestro lado un hombre de rostro moreno y cabellera encanecida, -¡Matador!,
-Gran Torero- ¿no lo recuerdas?, “El Berrendito de San Juan”, ¿Qué hace aquí?,
-a veces invitan gente del cine…-, -él fue una figura-, ese Matador de Toros,
hizo su historia, una historia que habla del espectáculo que lleva el miedo y también
del espectáculo del llamado arte de vestido de luces, quedarse quieto y
desdeñar el riesgo, -Nunca lo vi-, -Los toreros, lo sabes, pronto serán del
pasado. Las nuevas generaciones nada quieren saber de toros y toreros y de sangre de unos y otros en el
ruedo. Antes eran figuras populares, consentidas, bueno ¿qué te digo?, hasta
hubo un torero que fue convertido en consejero de un Presidente de la República,
Joaquín Rodríguez “Cagancho”, (Era español, era sevillano, era gitano, era
amigo de millonarios, era tal vez el más guapo de todos los que hemos visto) el
Presidente ordenó que le enviaran su sueldo a su casa para librarlo de sus
apuros económicos en que andaba, resultado de la bohemia, las parrandas, y el
desprendimiento de todo.
¿Qué había de malo que un presidente tuviera a un torero,
como consejero? Y lo que son las cosas, hoy el Presidente le rehúye al tema de
los toros, y a su conveniencia, quiere que sea el pueblo el que le meta la
puntilla, pero eso sí, él tiene su redil, lleno de puros güeyes
¿O qué opina usted de lo que acaba de vomitar el tal “Pancho
Valentino”? El que da asco pero más que por sus pendejadas por saberlo que sólo
está cumpliendo órdenes de alguien, ¿de quién serán? Y pido perdón porque se me olvidaba que en
esto del baseball, que es el juego oficial, el lanzar la bola y esconder la
mano es parte de la táctica.
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