Me decía una militante del sexo femenino -que si no era más
fácil escribir más suave- le dije; claro que sí, pero entonces tendría que
escribir de implantes pa’ las tetas o de algo más superfluo, como las corridas
incruentas, la respuesta me dio pie a pensar, que esta columna realmente no
implica mucha guasa por el hecho de que no está hecha de otra cosa más que de
tomar las cosas que los taurinos olvidados dicen y que no tienen donde decirlas
y mucho peor aún donde se les escuche y a como se pueda se trata de darles
respuesta a como dicen en mi barrio; ‘al chile’
y también las más de la veces yéndome en banda y como esto de escuchar
al pueblo es un ejercicio bien peliagudo, pues luego nos rechinan las neuronas
y el costal receptor de las mentadas de madre parece que va a reventar y la
plática continuaba, con aquello que a
los empresarios respecto al público les va de maravilla que es la trillada
ofensa de ‘ni los veo, ni los escucho’ y pa’ seguir con la línea de escuchar,
dicen que el venezolano Enrique Colombo, se despedirá de novillero en plazas de
tronío como la de Madrid y la de Nimes y la pregunta ¿se despedirá en México?
En este país desde siempre ha habido que andar a la casa de
oportunidades y ahora yo pregunto; ¿Cuántos matadores y novilleros han mandado sus
solicitudes al apoderado Adolfo Guzmán? pa´ que éste desde el pedestal de los
muy grandes los considere, pa’ cuando terminen sus días sabáticos y más aún
dueños de plazas y CEO de alberos ahí está un posible director de empresas que
sería una garantía pa’ dirigir los destinos de cualquier ruedo de primera.
Ahora un poco de polémica porque la gente de nuevo cuño inquiere; ¿a quién entregarle la estafeta, en lo que
concierne a la línea mexicana del toreo? la pregunta esta como pa’ escurrirla y como la respuesta
la van a digerir aficionados ávidos de orientación, pues solo decirles que si
por toreo a la mexicana se entiende el ‘asilverado’,
que en ‘El Callao’ y ‘El Pana’ encontró expresiones con sabor a ollita de barro
pues a enfocarse al poemario de ‘Jerónimo’ hoy que hacen falta toreros con sello
y es que torear a la mexicana no es de
poses sino de sentimiento, ahí cada quien con lo que le manda el corazón, el
que pa’ ese toreo, no tiene troqueles.
Y vayámonos con la pregunta del momento, que ya no es, ¿cuándo
empezaran las novilladas? sino más bien ¿si va a haber?, ¡me cae, que ni idea!
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