Arte Maestro Francisco Álvarez
El Toro en México
Por Bardo de la Taurina
Antes de continuar, decirle a la afición que del enfado, al enojo, a la decepción y
ahora a la indiferencia que está
manifestando hacía la empresa regenteadora de la Plaza México, pues no debería
de ser así, porque trae implícito el aceptar que la fiesta de Toros y Toreros
es propiedad de los empresarios y por donde se le quiera ver, incluso a través
de la bilis derramada, la fiesta taurina mientras oficialmente no la degüellen
los políticos, se la carguen los industriales de la cuerna, los políticos ojeis,
los esnobistas anti taurinos o la
piqueta que va a picar a la mole de concreto, seguirá siendo un tesoro de la cultura popular nacional y el
dejarla al garete de los sentimientos por consecuencia de la conducta
empresarial dará como resultado dañar a
los novilleros y aunque los que actuaron la temporada pasada con algunitas
excepciones, no fueron con sus actuaciones del todo convincentes, los que están
vigentes no deben de ser a quienes se les volteé la cara.
Asumamos como un referencial, los divorcios cotidianos en lo
familiar, que muchos de ellos son por la
indiferencia entre los conyugues, pero eso no debe de llegar hasta los hijos,
en este caso a los novilleros quienes no nada más no son culpables sino que son
víctimas.
La empresa dice que un día de estos, porque además no hay de
otros va anunciar algo que no se sabe que sea, pero que de antemano sea lo que
sea, ya sabemos cómo va a ser recibida la noticia y solo decir que estemos
conscientes de que no son los chavales ni por asomo, cómplices de un manejo
empresarial, que quién sabe porque razón así se está dando, ahora bien, esto
nos está sirviendo aunque nos hiera de tristeza, de enojo, de desilusión para
que aunque nunca lo vamos a digerir, ya
vayamos aceptando que estamos ante los últimos alientos de la fiesta en la
capital.
Más de lo mismo, aunque con el subrayado de que salvo al
círculo del puño los demás no sabemos si esto va a amanecer, más se dice; que
sí se da una temporada de novilladas va hacer con novilleros ya sembrados con o
sin merecimientos, ante eso, los toreros independientes están en ascuas sobre
su futuro, si es que tienen alguno, que si lo deben de tener y es el buscar que
las empresas no monopólicas o ligadas al pulpo, los tomen en cuenta, entre
ellas se podría pensar a la primera en la Plaza de Arroyo, de ella solo decir
que lo que ha hecho, lo ha hecho aceptablemente y por ello triunfar ahí tiene
un valor que no admite discusión, pues es un triunfo logrado en la Ciudad de México.
Sobre el feudo de los señores Arroyo decir que se dice con
fuerza, que van arrancar temporada antes de que lo haga cualquier otra plaza en
la capital, lo significará que si arman carteles con imaginación, visión,
precios accesibles y los novilleros se la juegan, triunfan con fuerza y los
medios de comunicación les dan difusión de alto impacto, se podría armar una
competencia beneficiosa que será en favor de la afición, pues se tendrán dos
plazas entre las cuales escoger a cual ir, porque seamos sinceros, en estos
tiempos los dineros no le alcanzan a la gente para ir el mismo fin de semana a
dos festejos novilleriles con el agregado que durante el mes de septiembre los sábados
se van a dar festejos con bureles mayores en La Florecita, una plaza conurbada a
la CDMX.
Y si decir, que a las incógnitas sobre si habrá o no festejos
en las plazas capitalinas, un deseo, una ilusión, una esperanza se ha izado con
intensidad y es, el saber, si ante el
clamor popular de que vuelva abrir sus puertas la plaza de toros de Cinco
Villas esto se concrete, desde mi opinión esto podría llegar a suceder algún día,
que no creo que sea en menos de mediano plazo.
En fin, México y España, así las cosas en estos tiempos, que
deberían de ser de novilladas y lo son de incertidumbre.
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