Por Bardo de la Taurina
Los medios
tradicionales en este galimatías lo
siguen siendo los periódicos impresos
con sus plumas plurales y enteradas a los que se les han sumado las versiones
digitales de sus propios diarios, y que son leídos por dos diferentes
tipos de lectores, es decir, una versión no compite con la otra y es en ese
tenor de lo digital donde han aparecido otras formas de enfocar a la fiesta que
lo son los programas temáticos, que en nada rivalizan con el periodismo porque
simplemente estamos hablando de maneras
de expresión distintas.
Decir que estos
programas digitales vienen siendo para los aficionados un nicho complementario
a los periódicos de circulación cotidiana y nacional, más abordamos el tema por
el hecho de que nuestros lectores de ahora nos cuestionan sobre el ¿Por qué se
escuchan tantas versiones diferentes sobre un mismo acontecer en la red? Y ante
eso, siempre le contestare a la gente que pa’ no extraviarnos antes de sintonizar o de leer cualquier medio hay que indagar ¿quién
le pone nombre a la opinión? Independientemente que nos pueda cuadrar tal
versión, solo recomendar hacer una distinción
entre los profesionales, los advenedizos y espontáneos, porque dar una opinión pública,
sustentarla y defenderla es un compromiso que solo un profesional puede asumir y
ya sabe usted si hay coba hay trampa porque el ensalzar y el encubrir atrapa
tanto al que la embarra, como al que se la embarran.
Y cuidado con correr
el riesgo como ocurre en el toreo donde se les ha permitido a
muchos tomen esto como un equívoco hobby, por ello no puedo dejar de soslayar gratamente
que se haya escuchado a través del ascendente programa dominguero de las noches Desde el Tendido T. V. a la matadora Guadalupe López, la que a partir de que dejó de jugar con sus gemelas las muñecas Barbie a
los 10 años, declaró estar dedicada en alma y físico a ésta profesión y por ello
la mujer del Mayab hoy anuncia que ira a Perú a enfrentar a la torera cumbre,
la española Conchi Ríos, la que pa’ quienes no lo saben le tumbo las orejas a
un burel en las Ventas de Madrid con lo que abrió la Puerta Grande, y retomemos a la matadora Guadalupe López con
la primicia del brote de un serial femenil, el
que bien apalancado con rejoneadores, forcados y recortadores, se podría
constituir en una fórmula para un
público genérico ávido de espectáculos atractivos
que se puedan compartir con la familia la que no está exenta a la admiración del valor y la belleza.
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