México y anexas…las
Bardianas
Columna
Cosmopolita
Foto enviada por Forcado Carlos Álamo
Tal vez el pasatiempo favorito de muchos, que gustan de esto,
que son las corridas de toros y que
parecería se pretenden meter dentro de una burbuja pa’ que nadie las
toque, lo cual de todas formas seguirá teniendo dos vertientes, la de los
dueños y que atajo, no lo son únicamente los monopolios a los que me refiero,
sino a quienes creen que son dueños de la Fiesta y que de alguna manera, si lo
son, porque dentro de ella cada quien parece tiene su propia fiesta (ésta si con minúscula)
y más aún o ¿peor aún? piensan que su
fiesta es todo en el mundo, lo que me dice que un hombre puede vivir dentro de
una burbuja donde un toro y un toreador rigen el universo del creyente, no sé
cómo se subsiste siendo aficionado dentro de ese mundo limitado y dependiente
no del O2 o tal vez H 2O, sino del O L E.
Como quiera que sea ese mundo actualmente aquí es débil,
aunque suene como un gancho al hígado o si no ¿Por qué insistentemente se escucha que a la Fiesta
hay que defenderla?, la respuesta es; No porque sea pequeña, sino por el hecho
de que otras expresiones son mayores y en muchos casos antagónicas a la propia
Fiesta, más lo que está sucediendo es
que la Fiesta a la mexicana en la mayoría de sus aristas, anda como el robalo,
a media agua a nivel mundial, salvo una o dos o tres o excepciones que pa’ un universo son pocas, que
señaladamente se identifican en lo
relativo al; Capítulo Mexicano de la Sociedad Internacional de Cirugía Taurina,
en el renglón de Museos y/o Bibliotecas
con el ‘Centro Cultural Tres Marías’ y
su Biblioteca Salvador García Bolio, otro baluarte lo encontramos en la orfebrería de Ayudados donde Javier Durán “El Vale” es el más
codiciado del orbe, ¿en qué más taurinamente México es ejemplo y orgullo?
Dejemos de lado a la ganadería, por ser materia prima diferente a la de allá, no mejor una que la
otra sino distintas, reconociendo que
aquí se lidia ganado proveniente de sementales y vacas de allá, por ende se da implícito
que la torería de aquí, está hecha para los toros de aquí mismo, es decir es
local y que los toreros extranjeros aquí ejercen el oficio de mineros a cielo abierto pues a lo que
vienen es a vacacionar y de paso a llevarse el oro y el moro, aparte de ponernos la bota en el pescuezo con sus
condiciones las que ejercen con la complicidad descarada de vende patrias que por
supuesto aquí existen, pero a ver, abramos el abanico de las comparaciones ¿con
la reiteración del cuestionamiento de ¿que tenemos superior en todo lo extenso
de la baraja a lo de otros países?; tomemos para este ejercicio las plazas
capitalinas de la Ciudad de México y la de Madrid y va la pregunta
¿porcentualmente que número de aficionados entran cada año a una y a otra? y
antes de dar la respuesta algunos podrán decir que la Plaza México
prácticamente tiene el doble del aforo, lo cual es cierto, nada más que hasta un niño primario sabe que el número de
habitantes de la CDMX es muy superior al de Madrid, así que si a esas vamos
mejor ni le movamos, y de una vez ya en este inciso otra pregunta ¿en la Plaza México
existe un grupo de contra peso más influyente que el del ‘Tendido 7’ de Las
Ventas?
Bueno, como vamos a tener un grupo si en todas y cada una de
las líneas de la Fiesta mexicana no existe un solo líder y no me estoy refiriendo
a los representantes temporales de los
gremios, me estoy refiriendo a ese hombre de luces o de paisano que se eche la
Fiesta al lomo, no le pongamos nombres solo género, ¿Dónde está la ganadería
insignia?, ¿Dónde está el torero representativo?, ¿Dónde está el tendido
expresivo?, lo que sí está presente son los apapachitos
cibernéticos, la coba en gel y sobre
todo los actos de ilusionismo que a final de cuentas se han convertido en
conformismo por no decir en conjunción del yo me engaño o más dramático del juego que todos jugamos y que el único
que puede acabar con ello devolviendo el ritual a su esencia es el Toro, pero como el hombre
es el pensante, por eso se inventaron las puyas llamadas Leonas, no fuera hacer que el Toro se mostrara con toda su pujanza
y entonces sí ¿Quién lo va a parar? y de lidiar y hacerle faena, ya mejor ni
hablamos, sigamos confundiéndonos en pensar que lo artista ahora lo pone el animal y no el torero, lo cual no
necesariamente siempre sucede por efecto del puyazo, ¡No! atrás de todo esto
hay un laboratorio natural de cruzas en las ganaderías que se
decantan por ese tipo de burel.
¿Será tal vez por esas diferencias abismales que en el renglón
de audiencia o recepción de noticias que cada vez más los aficionados mexicanos se
vuelcan sobre lo que viene de España?, comenzando por la atención tan necesaria
y tan subrayada que los ganaderos y la torería española están haciendo pa’
afrontar el problemonon de la pandemia y el otro permanente que lo son los anti
taurinos, destacando esta semana por separado las alocuciones de la Presidenta
de la Comunidad de Madrid, Doña Isabel Díaz
Ayuso, y por otro lado el discurso del
MT Enrique Ponce, la pregunta aquí sería sus equivalentes mexicanos, ¿por qué
no se han pronunciado sobre asuntos o problemáticas similares?, ¿o será? porque alguien les puso tapabocas,
por aquello del semáforo rojo ¿o es qué no tenemos equivalentes?, ¿qué no
tendremos un Ponce con su cultura, convocatoria, y resonancia mundial? o porque
de plano estamos mudos.
Como mudo se quedó cualquiera que vio esa fotografía en la
que a un costado de la Catedral Metropolitana, donde por cierto se dio el
primer festejo en la hoy Ciudad de México, una pequeña guerrera titulada en torería,
al estilo, o tipo, o imitación de las
campañas publicitarias de la firma italiana Benetton, poso (no se sabe ¿con qué
intención?) al lado de los albañiles, plomeros, yeseros, talacheros quienes se promueven mediante un letrero paupérrimo
que se colocan frente a sus torsos famélicos y las miradas asfixiadas de
desesperanza, ¿ingenio o desesperación? a
lo que ha llegado el toreo, con lo que ello conlleva.
Reconozcamos que en estos tiempos solo unas cápsulas
culturales elaboradas por el Consorcio
de Hierro y otras por algún romántico
e idealista independiente, están luchando por tener presencia y hasta
comunicación con los aficionados, por lo demás ¿Qué se está haciendo en S.O.S.?,
¿criticar en las redes?, ¿Por qué?, ¿Por qué son benditas? o ¿Por qué son
malditas? la respuesta sería porque estamos en el tiempo del amateurismo camaleónico
donde un micrófono de celular o un canal de YouTube tan fácil de tener como tu nieve de limón parecerían extender un
diplomado en tauromaquia con mención de cuac,
cuac, cuac y eso es un riesgo dentro
de algo tan serio, como lo es, un oficio donde los hombres se juegan la vida y
como respuesta encuentran ser juzgados por amateurs, que no tienen que ver con
los enterados de La Fiesta, lo cual nos lleva a pensar que mientras la Fiesta
no le vuelva a encontrar el acomodo a los de
chile, de dulce y de manteca esto va seguir siendo un champurrado que a fin de cuentas no es más que agua, masa y
chocolate, por eso es que la Fiesta hoy ha perdido mucho de su esencia que lo
es; el sabor.
Y pa’ estar conscientes de la gravedad que esto
significa, preguntémonos ¿se podría concebir una cantante sin sentimiento?, ¿un
poeta sin inspiración?, ¿una cocinera sin sazón? , ¿un toro sin bravura?, ¿un
torero sin temple?, ¡claro que no!, porque todas esas condiciones sine qua non son vida, que le dan vida,
a la vida de los artistas y es aquí donde deberíamos de preguntarnos, ¿qué sentido
le hemos dado a nuestro rol de aficionados?, ¿ el de ya no ser parte integral
de la Fiesta?, mas comencemos por preguntarnos ¿Qué es ser aficionado? y ¿Qué
entendemos por sentido?, ¡Ah! y si
cualquiera de sus frases de explicación las va a rematar con una eufórica y ficticia
expresión de ¡Carajo! como creyendo que eso lo rubrica como taurino, su
siguiente paso sería cambiar el ¡Ole! por el ¡Gol! y seguir imitando lo superficial, comparando lo que no tiene comparación
y adulando de lo que carecemos, que es; ¡Unión!
No hay comentarios:
Publicar un comentario