domingo, 21 de junio de 2020

Figura, fuera del ruedo.


México y Anexas… las Bardianas
Columna Cosmopolita


 De Madrid nos llegó el cierre de la revista 6TOROS6, que más decir de ella que no se haya dicho, pero sobre todo que esa edición nos haya dicho a lo largo de treinta años que fueron los suficientes pa’ convertirse en referencia obligada, hasta que nos mostró que en esto de las cornadas nadie aguanta una  embestida descompuesta y mortal, cuando procede de un marrajo de la dehesa del Coronavirus, al que parece que todavía no se le acaba de tomar la medida de sus embates, que no respetan antigüedades, ni jerarquías, ¡Qué Pena!, pero más pena que ya palmada la señora de lujosa impresión, ahora se le critique y se le nieguen méritos lo cual no es más que una confirmación de lo importante que fue, porque si no nadie la estaría recordando, dicen; Que era más blanda que el agua, como naranjo en flor.


De Sevilla que es luz de faroles coquetos  y melancolía en presente, con esa expresión gitana que sale del alma en lamento que prende con solo escuchar el Me cachis en la mar sala así viene a la memoria aquel encuentro con el maestro Don Pedro Algaba el que se dio en su Sastrería de Toreros la de la calle de Adriano a donde llegó después de haber pasado por la calle de Virgen de Loreto y luego a la de Virgen de Begoña, hará unos treinta años del comienzo de aquella historia  junto al maestro estaba el pintor mexicano Fco. Álvarez, quien no daba crédito que ahí en la contra barrera del mostrador principal se hallase la cabeza impresionante de un toro de Miura lidiado por el torero azteca Eulalio López “Zotoluco”, la plática seguía y seguía mientras que el artista de los pinceles quedaba cautivado por un macho que había sido elaborado pa’ un terno del jerezano Rafael de Paula en hilo de oro y joyería de Swarovsky joya que gracias a la bondad de esa bendita dama Doña Malena le fue obsequiada a su pintor de cabecera, hoy la Sastrería de Toreros sevillana  es melancolía, ¿A dónde iremos a parar con esta parada que la pandemia le está metiendo a la humanidad?

La sana distancia con Monsiváis
Portales es un barrio donde hay de todo a partir de sus mercados el de gastronomía y el de implementos eléctricos y de plomería afuera hay zombis que le meten duro al chemo y que por King Size tienen la banqueta a espaldas del mercado, esto sin que suene peyorativo pues ya lo dijo el inconmensurable  chihuahuense "Cuco"  Sánchez (aunque hay quien la da como del dominio publico)  -‘De piedra ha de ser la cama, de piedra la cabecera…-  personajes los hay todos, destacándose el señor de las nieves de Canarias, el de los tacos de machitos con salsa de mayonesa, los piñateros que son verdaderos artistas, a dos cuadritas del mercado principal está el tiradero de chacharas, donde hasta hace diez años formaba parte del paisaje Carlos Monsiváis, hablaba mucho de la tía Lolita del Río, la que bautizó al famoso toro ‘Tanguito’, el que fue clave de sol pa’ inspirar el celebérrimo pasodoble “Silverio” del maestro Agustín Lara, decía Monsiváis  -Fue  más Dolores que Río... y más océano que río-,  había escrito de mi familia  burguesa (Gracias a Dios) en su libro ‘Amor Perdido’ de inicio aborda al “Duque de Otranto”  con su columna ‘Los Trecientos… y algunos más’, páginas  adelante   llevó en referencia en  otro capitulo ‘La Nación de Avándaro’ (1971) a los más jóvenes donde dice que -empresarios y publicistas extreman su audacia- era un hombre/personaje alejado de la discriminación, hoy tan de moda, ¡Que Viva Chumel!, pues desde aquella comida en el ‘Prendes’ del Centro Histórico frente a la que fue sede de  la empresa de la Plaza México, no le vi incomodo entre tanto Fifí, al contrario a sus anchas entre taquitos de escamoles y gusanos de maguey, agua de horchata e higos en melcocha.


Por separado en el periódico El País en una entrevista que le realizó el maestro Juan Cruz fechada un 24 de junio del 2006 dijo; -De toros no hablaré nunca, es un espectáculo de barbarie- más en cambio en el libro ya referido en su reimpresión del 2002 publica a página completa una fotografía del taurinísimo Agustín Lara ocupando una barrera de primera fila en la Plaza de Toros-, y en la página de enfrente otra fotografía de José Alfredo Jiménez actuando en el ruedo de otro albero torero, y confesaba leer al Bardo en el periódico La Prensa ¿en qué quedamos compadre?,  en  Portales  por vecinos éramos coincidente siempre guardando la sana distancia porque a mi menda el olor a gato,  ni de siamés ni persa y él apestaba a todas las razas.


Hoy a sus diez años que se fue a meter hecho cenizas a su Gatourna color cacahuate  que es una obra de artesanía elaborada en cerámica especialmente para  él, por el también artista Francisco Toledo y que se encuentra en su museo de ‘El Estanquillo’ en las calles de Madero e Isabel la Católica, le recuerdo con un pasaje que se dio, si no estoy mal  en la calle de Rumania donde está el tiradero de viejo, en donde me agarró marchanteando una bota de vino Tres Z.Z.Z. pintada al óleo en la panza con una espléndida pintura representando la suerte de ‘La Mariposa’, ¿para qué gastas en tauromaquia?, ¡Porque el arte tiene un precio y el más caro es ignorarlo!

Y tomo vereda pa’ la calle de San Simón donde vivía y pa’ la eternidad un 19 de junio del 2010, porque como él, ninguno, era una auténtica figura que se daba el lujo de decir a quien se debería de velar en Bellas Artes, eso era más que tener guasa, era tener arte, era ser, un mandón.

jueves, 18 de junio de 2020

‘Sin Temor a los Temores’

               BARDO DE LA TAURINA                  

Cuando de repente se nos aparece en las plataformas VIP algo diferente, pues hay que ponerle atención, sin más interés que el reafirmar que el globo terráqueo no es un cubo rígido, por el contrario es susceptible de sorprender como en las últimas semanas desde San Luis Potosí lo ha hecho una forma de comunicar bajo la marquesina de ‘Voces Taurinas’, cuya fórmula es una invención sencilla, coloquial, sin poses, entendible, exenta de presunción, sin sapiencia  con solo transparencia, naturalidad y frescura,  todo ello que es requete muchísimo emanado de un concepto altruista  que lo es el de ‘Forcados Legado Taurino’ del cual en su momento me ocuparé  pues es muy ambicioso en su idea de llevar auxilio a quienes lo necesitan y aún más, la idea llega hasta lo histórico y didáctico con un libro guía pa’ forcados de nuevo cuño y del público en general,  mas ahorita estoy con su realidad  triunfal el programa ‘Voces Taurinas’, supe de él a través del  bravío, gentil y humanitario forcado Carlos Álamo quien me hizo la pega y me puso frente a un toro llamado  José Antonio García Delgadillo.

El Bardo recibió  una invitación pa’ participar en un programa, la cual agradeció cumplidamente, mas no asistió (porque se ha vuelto muy divo, un  ermitaño encarnado en mito, alejado de lo luminoso y rayando en lo caprichoso)  vi el programa y las grabaciones de algunos ya realizados la emisión no tiene intentos de destellos, no tiene pirotecnia, no tiene producción, no tiene escenografía, el conductor no es conductor, es un charlista de sofá de casa, en síntesis el programa  es un sorbo de agua de manantial  nítido y  cristalino, sin estar aprisionado ni en su propia sombra, la mecánica es similar a la que usted realiza con su teléfono cuando habla con un cuate, ¡Eso es todo! y por ello  a quien llaman coloquialmente Pepe  García,  de entrada deja claro que ni por asombro pretende usar a sus invitados pa’ su lucimiento, no trae toga ni medallas, ni menos bola de cristal, no va por el jalar hebra,  no mete en camisa de once varas a nadie,  no  anda de amarra navajas, nada de eso, es más, quitémosle el calificativo de programa y dejémoslo en una ‘Charla virtual’ que se realiza los martes a la  ocho de la noche. (Checar horario)

Con quienes se charla, como por arte de magia, se empiezan a sentir a su aire y en comunión logran que quienes están frente a la pantalla del Facebook estén prendidos, interesados, atraídos, Pepe no se esfuerza ni se presiona por trasmitir una imagen de sencillez, de cordialidad porque simplemente ni lo necesita, la voz se le escucha normalita  sin impostaciones, no recurre a trucos, no cobea,  charla  con personas no necesariamente ancladas por el mismo oficio, lo cual es un ejercicio  interesante  que en tiempos de crisis, de angustia, de guerras, es un bálsamo que llegó en el momento más oportuno y en forma muy digerible a diferencia  de los programas canapés o de degustación, donde el tiempo se les va entre probaditas de opiniones.

                                           ‘Sin Temor a los Temores’
 Sigo hablando de Pepe García, a quien no  conozco físicamente nunca había hablado con él, no sé si el me llamo o yo lo hice da igual, y sin más, surgió una revolera en el tiempo que el  destino y el trébol de cuatro hojas cristalizará  en faena de Puerta Grande, se trata de llevar al mundo en fusión de voz poética y piano flamenco la adaptación torera de la puesta literaria que ya en versión libre ha sido titulada  ‘Sin Temor a los Temores’ y que está basada en los pensamientos temerosos del inconmensurable Ernest Hemingway, quien con sus letras en lo taurino globalmente  y en lo particular a  Pamplona y a los Sanfermines, los llevó a la estratósfera, literaria y publicitaria.
 Arte Alfonso Alonso

La maquinaria  de la imaginación se enfundó en duende y salero, en aroma a romero y manzanilla, José Antonio García Delgadillo que como todos los forcados es más vivo que la viveza le empezó a buscar los terrenos al Toro y de repente  la idea se irguió  como la Torre del Oro, esa que coquetea con La Giralda a la vera del Guadalquivir y como no iba a ser así, si Don Alberto Alcocer apoderado, hombre ligado al arte y a los espectáculos había sido enterado del proyecto   poniendo en suerte a la maja andaluza  hecha melodía, suspiro de piano y luz creativa en las partituras de la composición, la inigualable “Laura de los Ángeles”, quien sensible como el perfume de la sensibilidad, templo el proyecto, supongo imaginó los pañuelos blancos del triunfo,  los aplausos de dos patrias hermanadas y con el viento de la emoción,  supo pa’ sí, que ese estruendo de arte estaría pa’ un cartel musicalmente rubricado por ella  “Laura de los Ángeles” la figura de los martinetes angelicales.

Ya llegan noticias que la composición y grabación musical se hará en España, la voz poética, los ensambles y los remates de postproducción se realizaran en el  prestigiado estudio de tecnología de punta que lo es el del reconocido  “Tato Cossío” en su sede potosina, lo que es sinónimo de lujo y  garantía, vaya pueee, que esto se va a poner de campanillas. 

lunes, 15 de junio de 2020

Voces de allá, mudos de acá


México y anexas…las Bardianas
Columna Cosmopolita
Foto enviada por Forcado Carlos Álamo
Tal vez el pasatiempo favorito de muchos, que gustan de esto, que son las corridas de toros y que  parecería se pretenden meter dentro de una burbuja pa’ que nadie las toque, lo cual de todas formas seguirá teniendo dos vertientes, la de los dueños y que atajo, no lo son únicamente los monopolios a los que me refiero, sino a quienes creen que son dueños de la Fiesta y que de alguna manera, si lo son, porque dentro de ella cada quien parece  tiene  su propia fiesta (ésta si con minúscula) y más aún o  ¿peor aún? piensan que su fiesta es todo en el mundo, lo que me dice que un hombre puede vivir dentro de una burbuja donde un toro y un toreador rigen el universo del creyente, no sé cómo se subsiste siendo aficionado dentro de ese mundo limitado y dependiente no del  O2 o tal vez H 2O, sino del O L E.

Como quiera que sea ese mundo actualmente aquí es débil, aunque suene como un gancho al hígado o si no ¿Por qué  insistentemente se escucha que a la Fiesta hay que defenderla?, la respuesta es; No porque sea pequeña, sino por el hecho de que otras expresiones son mayores y en muchos casos antagónicas a la propia Fiesta, más lo que está sucediendo  es que la Fiesta a la mexicana en la mayoría de sus aristas, anda como el robalo, a media agua a nivel mundial, salvo una o dos o tres o  excepciones que pa’ un universo son pocas, que señaladamente se identifican  en lo relativo al; Capítulo Mexicano de la Sociedad Internacional de Cirugía Taurina,  en el renglón de Museos y/o Bibliotecas con  el ‘Centro Cultural Tres Marías’ y su Biblioteca Salvador García Bolio, otro baluarte  lo encontramos en la orfebrería de Ayudados  donde Javier Durán “El Vale” es el más codiciado del orbe, ¿en qué más taurinamente México es ejemplo y orgullo?

Dejemos de lado a la ganadería, por ser materia prima  diferente a la de allá, no mejor una que la otra sino distintas,  reconociendo que aquí se lidia ganado proveniente de sementales y vacas de allá, por ende se da implícito que la torería de aquí, está hecha para los toros de aquí mismo, es decir es local y que los toreros extranjeros aquí ejercen el oficio de mineros a cielo abierto pues a lo que vienen es a vacacionar y de paso a llevarse el oro y el moro,  aparte de  ponernos la bota en el pescuezo con sus condiciones las que ejercen con la complicidad descarada de vende patrias que por supuesto aquí existen, pero a ver, abramos el abanico de las comparaciones   ¿con la reiteración del cuestionamiento de ¿que tenemos superior en todo lo extenso de la baraja a lo de otros países?; tomemos para este ejercicio las plazas capitalinas de la Ciudad de México y la de Madrid y va la pregunta ¿porcentualmente que número de aficionados entran cada año a una y a otra? y antes de dar la respuesta algunos podrán decir que la Plaza México prácticamente tiene el doble del aforo, lo cual es cierto, nada más que hasta  un niño primario sabe que el número de habitantes de la CDMX es muy superior al de Madrid, así que si a esas vamos mejor ni le movamos, y de una vez ya en este  inciso otra pregunta ¿en la Plaza México existe un grupo de contra peso más influyente que el del ‘Tendido 7’ de Las Ventas?

Bueno, como vamos a tener un grupo si en todas y cada una de las líneas de la Fiesta mexicana no existe un solo líder y no me estoy refiriendo a los representantes  temporales de los gremios, me estoy refiriendo a ese hombre de luces o de paisano que se eche la Fiesta al lomo, no le pongamos nombres solo género, ¿Dónde está la ganadería insignia?, ¿Dónde está el torero representativo?, ¿Dónde está el tendido expresivo?, lo que sí está presente son los apapachitos cibernéticos, la coba en gel y sobre todo los actos de ilusionismo que a final de cuentas se han convertido en conformismo por no decir en conjunción del yo me engaño o más dramático del juego que todos jugamos y que el único que puede acabar con ello devolviendo el ritual  a su esencia es el Toro, pero como el hombre es el pensante, por eso se inventaron  las puyas llamadas Leonas, no fuera hacer que el Toro se mostrara con toda su pujanza y entonces sí ¿Quién lo va a parar? y de lidiar y hacerle faena, ya mejor ni hablamos, sigamos confundiéndonos en pensar que lo artista ahora lo pone el animal y no el torero, lo cual no necesariamente siempre sucede por efecto del puyazo, ¡No! atrás de todo esto hay un laboratorio natural de cruzas en las ganaderías que se decantan por ese tipo de burel.

¿Será tal vez por esas diferencias abismales que en el renglón de audiencia o recepción de noticias que  cada vez más los aficionados mexicanos se vuelcan sobre lo que viene de España?, comenzando por la atención tan necesaria y tan subrayada que los ganaderos y la torería española están haciendo pa’ afrontar el problemonon de la pandemia y el otro permanente que lo son los anti taurinos, destacando esta semana por separado las alocuciones de la Presidenta de la Comunidad de Madrid,  Doña Isabel Díaz Ayuso,  y por otro lado el discurso del MT Enrique Ponce, la pregunta aquí sería sus equivalentes mexicanos, ¿por qué no se han pronunciado sobre asuntos o problemáticas similares?,  ¿o será? porque alguien les puso tapabocas, por aquello del semáforo rojo ¿o es qué no tenemos equivalentes?, ¿qué no tendremos un Ponce con su cultura, convocatoria, y resonancia mundial? o porque de plano estamos mudos.
Como mudo se quedó cualquiera que vio esa fotografía en la que a un costado de la Catedral Metropolitana, donde por cierto se dio el primer festejo en la hoy Ciudad de México, una pequeña guerrera titulada en torería, al estilo, o tipo, o imitación de  las campañas publicitarias de la firma italiana Benetton, poso (no se sabe ¿con qué intención?) al lado de los albañiles, plomeros, yeseros, talacheros  quienes se promueven mediante un letrero paupérrimo que se colocan frente a sus torsos famélicos y las miradas asfixiadas de desesperanza,  ¿ingenio o desesperación? a lo que ha llegado el toreo, con lo que ello conlleva.

Reconozcamos que en estos tiempos solo unas cápsulas culturales elaboradas por el Consorcio de Hierro y otras por algún romántico e idealista independiente,  están luchando por tener presencia y hasta comunicación con los aficionados, por lo demás ¿Qué se está haciendo en S.O.S.?, ¿criticar en las redes?, ¿Por qué?, ¿Por qué son benditas? o ¿Por qué son malditas? la respuesta sería porque estamos en el tiempo del amateurismo camaleónico donde un micrófono de celular o un canal de YouTube tan fácil de tener como tu nieve de limón parecerían extender un diplomado en tauromaquia con mención de cuac, cuac, cuac  y eso es un riesgo dentro de algo tan serio, como lo es, un oficio donde los hombres se juegan la vida y como respuesta encuentran ser juzgados por amateurs, que no tienen que ver con los enterados de La Fiesta, lo cual nos lleva a pensar que mientras la Fiesta no le vuelva a encontrar el acomodo a los de chile, de dulce y de manteca esto va seguir siendo un champurrado que a fin de cuentas no es más que agua, masa y chocolate, por eso es que la Fiesta hoy ha perdido mucho de su esencia que lo es; el sabor.

Y pa’ estar conscientes de la gravedad que esto significa, preguntémonos ¿se podría concebir una cantante sin sentimiento?, ¿un poeta sin inspiración?, ¿una cocinera sin sazón? , ¿un toro sin bravura?, ¿un torero sin temple?, ¡claro que no!, porque todas esas condiciones sine qua non son vida, que le dan vida, a la vida de los artistas y es aquí donde deberíamos de preguntarnos, ¿qué sentido le hemos dado a nuestro rol de aficionados?, ¿ el de ya no ser parte integral de la Fiesta?, mas comencemos por preguntarnos ¿Qué es ser aficionado? y ¿Qué entendemos por sentido?,  ¡Ah! y si cualquiera de sus frases de explicación las va a rematar con una eufórica y ficticia expresión de ¡Carajo! como creyendo que eso lo rubrica como taurino, su siguiente paso sería cambiar el ¡Ole! por el ¡Gol! y seguir imitando  lo superficial, comparando lo que no tiene comparación y adulando de lo que carecemos, que es; ¡Unión!

jueves, 11 de junio de 2020

Impuras, envidiosas y mortales


 BARDO DE LA TAURINA


Desde aquellos lejanísimos años de 1954-55 es que al Bardo como que se  le empiezan a cimentar recuerdos de ese México, donde a  los señores se les veía con unas simpáticas corbatas de Moñito, que  se habían puesto de moda porque el entonces Presidente de la República, el veracruzano que también tenía la cola larga, porque todos la tienen desde endenantes de llegar al puesto, Don Adolfo Ruiz Cortines acostumbraba su uso, accesorio del que no se desprendía pa’ ir a jugar dominó allá por el rumbo de las Vizcaínas y Meabe, donde  el legendario monosabio Simón Cárdenas tenía su taller y venta de camas  y escupideras de latón, ahí también estaba el taller de “Chencha” que les alquilaba ternos y avíos a los toreros y como olvidar las vitrinas que eran enormes donde una meretrices exhibían sus carnes e invitaban a la lujuria al estilo de las güilas de Ámsterdam.

Nombres familiares de aquél entonces era el de un bien visto Secretario del Trabajo Don Adolfo López Mateos, con el que a su vera sonaba el nombre  de un lechero que  había escalado hasta líder nacional  de la CTM Fidel Velázquez,  por aquellos días  la  priísta  Margarita García Flores pujaba  por que se le otorgara el voto a la mujer y por ello decía el abuelo, que las féminas andaban muy alzaditas, mientras que Pedrito Infante seguía cantándoles su “Amorcito Corazón” lo que hizo hasta 1957,  el  chofer de la casa a escondidas  leía un libro que acababa de ver la luz en los cincuentas  “Picardía Mexicana”, lectura que alternaba con ‘La Familia Burrón’  ¡Cuanta Cultura! (Y ahora nos alarmamos porque a el arte lo ordeñen en los dineros y a los libros de texto gratuito los distorsionen).

Desde de la casa familiar en la manzana de Insurgentes y San Antonio, se veía muy cerquita un enorme barquillo de cemento conocido como La Plaza México, donde en esos domingos los carteles monumentales anunciaban a toreros como “El Calesero”, Rafael Rodríguez, Fermín Rivera, Luis Procuna,  Juan Silveti,  Jesús Córdoba, Manuel Capetillo,  “El Ranchero”, Joselito Huerta, Alfredo Leal, “El Callao”, Amado Ramírez, César Girón, “Jumillano”, Luis Miguel Dominguín, Antonio Ordoñez, entre otros. En aquellos años de los cincuenta, los granujas de la colonia Nápoles después de las cuatro de la tarde, nos encontrábamos afuera de la iglesia de San Antonio, en la calle de Pennsylvania casi a la Nevería Chandoni y de ahí en bola toreando trolebuses a llegar al quinto o sexto toro, que era cuando abrían la puerta y  a ver el final de la corrida gratis.

En la casota familiar lo primero que resaltaba era el bar, que el domingo rebosaba de escándalo, luego me enteraría que a aquello le llamaban ‘Tertulia’ y la cual se encendía cuando el padre regresaba de los toros con una  cuadrilla  más robusta que la que había partido plaza, como los taurinos ya llegaban flameados, la euforia ascendía de a rapidito haciendo que  rompieran los aplausos cuando llegaba uno o varios de los toreros actuantes de cualquier rango, aplausos  que en decibeles solo eran superados en ocasión de que el chofer aparecía con un bote de tamales previamente amasados en la ‘Flor de Liz’, atole rosa de fresa campechaneado con whisky, que se saboreaban con los ejemplares  calientitos de  ‘El Redondel’, ese que nacía  en el palco # 44 de la Plaza México desde donde  Don Alfonso de Icaza “Ojo” dictaba la crónica  del festejo.

Las pláticas eran verdaderas academias sobre todo cuando brotaban de figurones de plata como  los “Conejos” que por castoreños tenían coronas y de los paladines de plata Rafael Osorno y “Tabaquito”, quienes dictaban verdaderas cátedras igual que como lo habían hecho en el ruedo, el asunto pa’ uno era el silencio, aprender  callando, años más tarde en ese  mismo salón escuche a Don Carlos León decir -Lo primero que se requiere para hacer crítica o escribir crónica es tener quien te la provoque- y agregaba -si no es así, las que tienen que lidiar y hacer la faena son las neuronas de quienes escriben- y algo que no debo dejar de soslayar  es que en esa reuniones nunca se escuchaban palabras o temas como que había que defender a la Fiesta ¿sería porque a ella todavía no llegaba la BOA?

De aquellos ayeres cuando la Plaza México olía a recién inaugurada, al presente desconcertante e incierto en el tenor de la periodicidad hoy subsisten ‘Las Charlas del Tupinamba’ las de los días lunes y jueves que se publican  siempre  con el temor de  que cada una de ellas vaya a ser la última ilusión  y es que mire usted cada día es más difícil que las circunstancias lo respeten a uno, además,  ¿por qué abrían de hacerlo?, por ello lo que si tengo que hacer  y lo hago con mucho énfasis, es agradecer a usted ahora que aún me puede leer, su atención por el tiempo que duren  estas columnas pues de ninguna manera quisiera irme en la palmada colectiva (en donde dice la editora de esta columna escoja irme pa’ la luz y pues claro que así será, pues ahora lo que rifa es el semáforo; verde amarillo, anaranjado o rojo, pero todo es luz) como alguien que ni se despidió y menos dio las gracias, desde luego no seré yo quien haga una apología y menos caeré en vituperio sobre mis letras,  más si  seré  quien las califique como  impuras y envidiosas por el hecho de  nunca haber obsequiado, ni menos cobrado por baños de melcocha, lo que es muy distinto a reconocer o halagar algún mérito de alguien cuando rebasa lo obligatorio  como es el mandar toros bravos a la plaza, armar carteles que valgan lo que la gente paga por un boleto, exigir cuando menos enjundia a los actuantes y ojalá siempre cuidar que la piratería no penetre más y hasta tratar de erradicarla de los alberos, donde el público deberá de jugar su rol que es el respeto dentro y fuera de las plazas donde se les debería de cerrar el camino a ese virus que lo es el de las publicaciones y aparadores chatarras, las que en mucho persisten porque las empresas obsequian acreditaciones con más facilidad que cubre bocas chafas en el Metro.

Vayamos pues por una Fiesta que lo que necesita es autenticidad en el más amplio sentido del término y que en el medio taurino nunca será suficiente con buenas intenciones, lo que se necesita son hechos, realidades consistentes con la naturaleza de la Fiesta misma que debe de ser brava en su bravura y brava en su carácter, dejémonos ya de tolerancias y enorgullezcámonos si no de luchar por ella,  cuando menos de no tolerar imitaciones, hoy se habla de adecuarla a los tiempos presentes y hasta se aventuran los entusiastas o visionarios a hablar del porvenir sin darse cuenta que ya el futuro nos alcanzó y nos agarró tan mal parados como al “Tigre de Santa Julia”,  reflexionemos, nada se va a componer en esto con una manita de gato si previamente no se limpia esto de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo, saniticemos la Fiesta por si sobrevive a esta pandemia y una manera de hacerlo es haciendo algo, como que las oportunidades a ganaderos y toreros no sean por asignación directa o plurinominal, sino por virtudes y demostraciones que previamente se deben lograr en la legua o en el campo bravo, que es donde ahorita deberían estar metidos los novilleros y no en el Starbucks.

¡Gratitud Bardiana!

lunes, 8 de junio de 2020

Te llevo dentro de mí, como llevan la Virgen los toreros…


México y anexas… las Bardianas
Columna Cosmopolita

Hace unos días un extraterrestre que vive en otra órbita y que  que no  alcanzó a subir en  la nave esa padrísima que se fue al espacio, me toco pa’ decirme que no escribiera que  la Fiesta  Brava es de Sangre y Tragedia, tratando de tapar el sol con un dedo, lo cual hare cuando   todos los niños  dejen de ser el resultado de un buen polvo y que las cigüeñas vuelvan a estar de moda, lo cual no dudo que pueda suceder ahora que en un charco que además es cementerio  de mamuts un Ganso vaya a  darle auspicio  a las aves que él piensa podrían hacer la ruta México - París - México que es de donde venían los niños fifís porque los otros vienen de La Candelaria de los Patos.

¡Ay! dotorcito López Gatell dígame ¿Hasta cuándo se nos va a quitar ese virus de engañar, disfrazar, maquillar, manipular?, lo que pasa en este país cuando no es a conveniencia de los arrendadores del escenario patrio,  los que llegaron pa’ quedarse en esta puesta en escena que ha superado todo lo dantesco, sobre todo en cuestión de datos, los que paradójicamente a usted tarde o temprano le van a poner un cuatro y lo van ahorcar políticamente como un gato de cuatro patas como esos que abundan en palacio, o más bien como un chivo expiatorio en precipicio, en ese el que  usted solito se va a ir al despeñadero, porque en esto, alguien tendrá que pagar los platos rotos de la indignación y los desaciertos y como usted no trae sus estampitas del detente pues va morder el polvo y entonces vamos a ver si la exhibicionista de la tal Susana Zabaleta quien pa’ hacerse publicidad se montó en su fama lo sigue acosando como buena trepadora oportunista, en fin, mientras tanto como usted y ella buscan reflectores y son tan afines en eso de no usar tapabocas pues en una de esas nos confirman que ya comenzaron con unos de lengüita que a los dos se les da rete sobrado ¿o a poco va guardar las apariencias pensando que lo van a hacer  Diputado o Secretario de Salud? porque  de Ética y Coherencia no lo creo.

Arte Fco. Álvarez
Y ya que  recordamos el tema de esa  Aventurera que venden caro sus amor,  continuemos con  el maestro Agustín Lara  quien está presente  cada vez que se escucha su (s)chotis ‘Madrid’  que vio la luz en 1948, el cual no hay que confundir  con el pasodoble del mismo nombre que compuso en 1934, al que habían antecedido  himnos como “Sevilla” que es avistada musicalmente   en 1931 engarzándosele luego “Granada” con registro del año 1932  y por ahí se sigue el tema geográfico-musical hasta llegar a “La Carmen de Chamberí” aquella que en el año 1955, vio la luz y que como entidad fue el único lugar que el compositor conoció antes de escribirle.

 Y aquí si me lo permiten subrayaré que el libro que esta entorilado bajo el letrerillo de “Embrujo y Fantasía, historias con leyendas” da inicio con el origen del toro, su llegada a España, su travesía al Caribe y de ahí a la Madre Patria, ya ubicados en Iberia viene  la historia de las diversas ciudades así como de la comunidad foral que fueron  cantadas y musicalizadas en el detalle del porque y la elección de los artistas  y escenarios que les dieron fama mundial, luego la línea editorial nos llevara a los pormenores biográficos  que resultan amplísimos de los toreros y las letras que les dedicó  Don Agustín en su obra españolada y ataurinada.

Arte Fco. Álvarez

No es un libro sobre la vida del músico que nació en la Ciudad de México y que fortuitamente por la emoción que le causo ver su nombre por primera vez anunciado en un cartel lo que sucedió en Jalapa capital del Edo. De Veracruz, provocó que se dijera a si mismo ‘¡De aquí soy’!,  además el libro en mucho fue empujado porque después de leer cuando menos quince tratados sobre el personaje y escuchar falacias, el autor se percató que había que precisar sobre la incursión Lariana en la Fiesta de Toros - Toreros  - Tendido, el libro  viene espléndido y hasta rebosante de arte original en su concepción, la que alcanzó cuarenta obras originales gracias a la inspiración del  excelso pintor Fco. Álvarez, quien ya había dado muestras de su compenetración con el tema  en otra obra ligada con el ‘Compadre’ Silverio Pérez y por ende  con el pasodoble que el propio maestro Agustín Lara le dedicara.

La asesoría y enriquecimiento literario provienen del investigador musical y taurino de la realidad y de la factibilidad de ser leído y entendido  el Lic. Luis Eduardo Maya Lora y lo demás es brega del escribano, todo lo cual entro en trecientas páginas en formato de arte con siete cambios de papeles, luces y colores, presentación en estuche es decir un derroche de lujos y todo esto viene a contestación de lo expresado a través de los micrófonos de Radio Fórmula en el programa de ‘Las Charlas con Germán Figaredo’ donde el autor dijo;  -Que el libro no está escrito ni con lápiz labial ni con rímel- ¡No!  Insisto se trata de una obra histórica,  musical y taurina desmitificadora cuando la ocasión lo exigía, enclavada en dos países México y España.

Arte Fco. Álvarez

Y ya en el tema lindando en lo periodístico me han preguntado  si hubo algo que le faltara a la obra Lariana, pero sobretodo  la gente inquiere en el terreno de la imaginación, la fantasía y la suposición ¿a qué ciudades y a quiénes  de vivir el maestro les hubiera escrito una pieza o un pasodoble?

En lo relativo a México y en particular a su capital bastaría decir que el entonces Regente del Departamento del Distrito Federal Don Ernesto P. Uruchurtu le solicitó le escribiera una pieza a la ciudad a cambio de una cifra con muchos ceros, pero como esto le fue tratado o propuesto al músico poeta a manera de compensación por la negativa del Regente a concederle la ampliación de la hora de cierre de un bar propiedad del compositor, la respuesta de Lara ya la sabemos; Aquí se rompió una taza y cada quien para su casa.

Referente a la torería y por sus gustos, si a otro coleta además de a los que lo hizo le hubiera dedicado un pasodoble, muy probablemente habría sido a Valente Arellano. ‘Torero azteca, figura de primavera y mirada endiosada, que en cada faena ambicionaba la fama y la gloria a cuesta del drama y la vida misma,  Valente que era libertad torera lo mismo con capa y banderillas,  que con muleta y espada, Valente insignia de la fiesta mexicana...’


De los españoles si hubiera tenido tiempo el maestro, que era artista por antonomasia no hubiera dejado a la vera al Camino de la sabiduría, ni al Ponce orfebre de la belleza y menos al Morante que es partitura torera, y que decir de la omitida  musicalmente Plaza de las Ventas  de Madrid que es más bella que una emperatriz de la calle de La Montera  que bien vale un trago en ‘Chicote’ donde “Manolete”  con dos doblones se hizo de Lupe Sino, a la que trajo a México en su segunda incursión americana que fue cuando vino a inaugurar la Plaza México en 1946, por cierto en el libro referido se transcribe el poema-canción que fue escrito en memoria del Mártir de Linares por nuestro personaje.

También en el libro se asienta que el pasodoble “Silverio” (1943) ya estaba escrito desde la faena de ‘Tanguito’  más le fue obsequiado al ‘Diamante del Redondel’ meses después en correspondencia a un brindis que fue protagonizado en la Corrida de Covadonga, costumbre de agradecimiento  que Lara tenía pa’ quienes le brindaban un toro, como lo fueron por citar los casos en México de Fermín Rivera (pasodoble 1935)  y  en España de Manuel Benítez “El Cordobés” (pasodoble 1964), lo que no sucedió con “Joselito” Huerta el poblano de Tétela de Ocampo al que en reciprocidad de un brindis realizado en España  le obsequio una sortija rematada con un zafiro.

 Y cierro con la seguridad   que con  el maestro Agustín Lara se rompió aquello de que su belleza de alma y de ser humano estuvieron por arriba de sus letras,  muchas de las cuales son celestiales incluyendo sus himnos al pecado y la lujuria, más dentro de todo eso nada taurinamente superable como esa frase que es comunión dentro de “La Carmen de Chamberí”; -Te llevo dentro de mí, como llevan la Virgen los toreros…-


jueves, 4 de junio de 2020

Los pájaros perdidos


BARDO DE LA TAURINA

En estos días donde las costras del polvo se elevan y los nubarrones de cielo se bajan oprimiéndonos,  aprisionándonos, asfixiando  el ánimo  cual prensa de acero, que  desparrama por los costados  la ansiedad, por  hacer algo que combata a la ociosidad,  el aburrimiento y la desesperación, factores que están latentes y prestos pa’ vulnerar a quien no pueda lidiarlos, como ya lo están haciendo  personas y  zombies que tienen gustos o afición por determinada práctica y en la que acurrucan unas veces pa’ amainar la tormenta del encierro y otras pa’ desde ahí levantar la voz haciéndose presentes, las redes sociales han servido de todo y a todos, con eso tan de boga que lo son los videos y las comunicaciones zoom y cuanto se pueda imaginar que pueda verse en las plataformas digitales, que son válidas, cuando en ellas los amateurs las usan con ese sentido, los profesionales con el propio, pero que se convierten en pantomima cuando los primeros trasgreden o tratan de usurpar el lugar de los otros.

 La tauromaquia completa ha dejado obligatoriamente las plazas de toros, las salas de exposición, las tertulias, y en cambio, procuran y recurren a foros digitales, algunos de alta resonancia y otros de modesta presencia, mas todos con respetabilidad al esfuerzo y si cabe el término hasta entusiasmo,  sin dejar de mencionar el enfermizo exhibicionismo de un bonche de personas  dependientes del narcisismo,  por ello a esta época se le recordara si alguna vez llega a ser pasado como la de la pandemia que le ‘cayo como anillo al dedo’ a un ente y a su D’ Artagnan y a 99.99 nos está poniendo literalmente a morder el polvo.


Félix Guzmán - 2 de junio 1943
Coincidentemente en  los meses de mayo y junio el calendario enfundado de catafalco con sus fechas luctuosas nos ha recordado subrayadamente a diferentes personajes, según sea la óptica de cada quien y también las edades, pues si traigo a la palestra como lo estoy haciendo el nombre de Félix Guzmán “El Torero Niño” pues quienes le dan grosor al ramo de la afición, hoy en día difícilmente lo recordaran y menos estarán enterados que murió siendo mártir un 2 de junio del año 1943, después de haber recibido una cornada en el Toreo de la Condesa donde la seda y los hilos de la taleguilla, que medicamente le dejaron dentro de la herida, le provocaron una gangrena gaseosa, este novillero cuyo tremendismo, entrega y conexión, con el tendido lo llevaron a ser paseado en hombros en los tendidos, mientras afuera del coso durante el festejo la madre circundaba una y otra vez las cinco aceras de las plaza expulsando Ave Marías al ritmo de un apretujado rosario, y cuando a los veinte años el adolecente rindió tributo a la negligencia quirúrgica,  la madre todas las tardes se desprendía de la barracas de Barranca del Muerto allá por el barrio de Mixcoac y enfundada de luto doliente se iba encaminando hacia EL Toreo de la Condesa preguntando entre alaridos y sollozos por  su hijo, muerto en una encarnación, literalmente de ‘La Llorona’.


Eduardo del Villar - 20 de mayo 2014
La gloria pa’ los toreros profesionales, que lo son, todos aquellos que le salen al toro en cualesquiera de sus modalidades, oro, plata, castoreños, rejoneadores, forcados y monosabios, siempre estará en los cuernos o  en la pujanza  de los bureles, lo cual no quiere decir que todos lo deseen y menos que se les conceda, más que a los muy selectos del destino ese que se la negó a David Silveti, los motivos que llevaron a Eduardo del Villar “El Cabo” a su búsqueda, siempre serán de él, pero de que  deseaba a la muerte es innegable, la halló en Seybaplaya, Campeche,  una tarde de mayo marcada con el 20 del 2014,  el sello y el trance de toda su vida fue  la valentía, que en él era nata, natural, no sabia voltear pa’ atrás ni rajarse ante nada, ni ante nadie, se realimentaba con la energía del  sol, porque eso era precisamente  él, un Sol.

Le escuche decirle a Magia la  compositora e intérprete del huapango “Guerreros Gigantes” mandado escribir por él pa’ honrar a su grupo de ‘Los Forcados Hidalguenses’  que; -respetaban al toro que vencían, lo amaban tanto que lo abrazaban, eran  (y son) guerreros gigantes, que citan a la muerte-, al miedo decía que lo desairaba y que no le asustaba y que lo desafiaba y que se lo pasaba por el  Arco del Triunfo, porque a final de cuentas ni lo conocía,   y al decirlo se carcajeaba,  en vez de asumir con la solemnidad que el tema requiere, le daba una pega y la vencía, ¿pa’ que recordar a Eduardo? Si allá abajo está, anda en el Rincón del Bardo donde trajo un bárrete nuevo de Portugal y le cosió unas de sus medallas de las que desde siempre le acompañaron, -vamos a la tiendita la  del “Chino”-, compró un jugo de naranja, mmm bueno dos, regresamos y se metió a  la cocina abrió el refri dejando una de las botellitas, -ya me voy-, ¿Qué no vas a comer?, es que me voy a ir a Campeche, ¿si no van a pegar ahí?  -¡Yo sí!... Iba en busca de la gloria, esa gloria, que da la muerte.


Rodolfo Rodríguez  - 2  de  junio 2016
Con ese milagro que en forma limitada comulgo con muy pocos, entré en comunicación con Paco Camino Gaona y salió a la palestra la forma en que Rodolfo Rodríguez el inventor, el creativo de  “El Pana”, ‘Camino del caminito’ me platicó la forma decisiva con que su abuela Doña María consorte de Don Alfonso, mandamás de la Plaza México influyó pa’ que  el empresario le permitiera torear un novillo manso  que le dieron pa’ dentro  en una tercia que estaba en funciones,  lo que sucedió en 1978 y que catapultó a “El Pana” hacia la Novillada de  Selección que prendió la mecha pa’ uno de los primeros despegues del apizaqueño, los datos no embonaban del todo, volví a hablar con Paco Camino Gaona y me comentó que lo que me había platicado sobre el cómo de aquel episodio, ya se lo había contado al abogado José Rodríguez, conocido popular y coloquialmente en el ambiente taurino como Pepe Rodríguez ‘El de los libros’, ¡ah! pues supusimos que algo referente al pasaje estaría en el libro que sobre el susodicho toreador escribió el personaje de Tacubaya.
Archivo Don Salvador García Bolio
Mientras se buscaba el libro contacte al erudito y maestro director de la Biblioteca GARBOSA  Don Salvador García Bolio, tras, tras, tras ¡Tomo Nota! y en menos que lo que canta un gallo de acuerdo a su gentileza y sapiencia me brindó toda la información proveniente entre algunas fuentes del periódico ‘El Redondel’, ya con los datos bien cinchos, volví con Paco Camino Gaona y me leyó lo que está escrito en el libro, lo cual es verdaderamente espléndido, no sé si es histórico puro o si además goza de  un toque novelado tan válido, pero de que vale la pena leerlo, ¡lo vale!, razón por la que no voy a referirme con mis letras al pasaje que tiene mucho de romanticismo y no lo haré  en aras de que usted lea el libro, que creo está también en versión digital, se llama “El Pana Torero Surrealista” (Los inicios de una leyenda) de la autoría de Pepe Rodríguez que vio la luz en el 2017.
 Archivo Don Salvador García Bolio
 Con quienes no son mis amigos no discuto, con quienes sí lo son, tampoco discuto, solo intercambio puntos de vista, Camino Gaona piensa que Rodolfo Rodríguez pudo haber llegado mucho más lejos, mi menda  discrepa de ello pues pienso que el “tahonero torero” llegó hasta donde llegó y en la forma en que llegó porque pa’ eso estuvo hecho, así era su molde de vida, su patrón y no estoy hablando del destino, estoy hablando de la masa de la que estaba hecho, su profundidad fue la que tuvo, su contenido fue en la que se columpio su personalidad,  que esa si fue permanentemente in crescendo.  
Archivo Don Salvador García Bolio

Hoy a cuatro años de su muerte que ocurrió el   2  de junio del 2016,  hemos sido testigos de algo descomunal y es el hecho de la forma en que ha crecido el impacto “Pana”, la pregunta es; ¿hasta cuándo y hasta cuánto va a dar el  Pana-derismo? ojala sea por un buen rato y lo digo no por el “Pana” porque él hace cuatro años se convirtió en cenizas, en polvo y paso a formar parte de la tierra del Campo Bravo, el deseo es que esa admiración por el personaje la mantengan, porque en mucho la afición vive de sueños y hoy pa’ como están las cosas va a pasar un  tiempote pa’ que otro torero vuelva a ilusionar en el amplio concepto del término, porque por supuesto que ahora hay toreros  más artistas,  más técnicos, más dedicados, lo que no hay son toreros con ese empaque vintage, retro, que en un solo menú reúnan pimienta y picante, sabor y aroma, personalidad y estilo, aceptación y controversia, y suerte, porque si el “Pana” hubiese toreado en España, la balanza se hubiera inclinado pa’ otro lado (¿Se lo digo aunque sea crudo, o me lo callo?) y la leyenda nunca  hubiera sido rematada con  el mismo epilogo.

Por ello mi menda prefiere quedarse con eso que escribiera el argentino Astor Piazzolla
‘Amo los pájaros perdidos que,
Vuelven desde el más allá,
A confundirse con un cielo
Que nunca más podré recuperar…’.

lunes, 1 de junio de 2020

Paco Camino a Cincuenta Años de la Beneficencia


México y anexas… las Bardianas

Columna Cosmopolita

¿Quién fue, es, y seguirá siendo; Paco Camino?, pues nadie más que; Paco Camino, ¿o acaso, lo irrepetible, necesita ser explicado?

Como querer explicar a Paco Camino, ¿Si antes no nos han explicado, que es el cielo?, que nos expliquen  primero ¿Cómo fue que de la Capilla Sixtina se escapó un divino pa’ ser reencarnado en Sevilla?

Ante eso no se necesita una explicación por el hecho de que lo divino, lo milagroso rebasa la realidad, y la realidad es que Paco Camino es más que  imagen, es más que letras, nació flama que ya es mucho decir y se hizo luz en el universo de lo inmortal, sobre todo cuando se está en presente,  que es donde radica en su real dimensión la grandeza  que poseen  los fuera de serie,  los tangibles, los venerados, por ello Paco Camino es de todos, sin que le haga falta, lo que siempre ha sido suyo, el título de maestría prendida al pecho de  seda y  alamares de oro.

Arte Fco. Álvarez



¿Cómo vamos a medir a Paco Camino?, sí las estrellas en el firmamento no son grandes por su tamaño sino por su luminosidad, así lo fueron; Rembrandt  y Beethoven, y Charles Chaplin, y Édith Piaf, puristas irredentos que a partir de ello a lo suyo supieron imprimirle su propio sello, sin maquillaje, sin artilugios, sin parafernalia y sí, en forma refinada y expresiva, y vaya que su época fue de garra y sin concesiones, pues bastaría con rememorar de aquella baraja, la valentía descomunal de su compadre Diego Puerta, la solemnidad de Santiago Martín “El Viti”, lo mediático de Manuel Benítez “El Cordobés” que eran minas en campo de guerra.


 Y por su victoriosa trascendencia es que fue incluido  entre los inmensos matadores del siglo que nos antecedió; Belmonte, “Gallito”, “Manolete”, Ordoñez en el ‘Mural de la Inmortalidad Española’ (versión l), obra del pintor internacional  el mexicano Fco. Álvarez.

Paco Camino   es emergido en Camas, es de oro como el tesoro de ‘El Carambolo’, es sinfonía del Olé, es frente al toro un sabio,  es verbo  y encarnación  que hace 50 años un 4 de junio de 1970 se elevó en Madrid, hasta la historia bíblica del toreo.

El Generalísimo Francisco Franco, vio partir plaza y siguió toda la tarde con sus binoculares del interés y la admiración a quien nunca se había visto, enfundado en grana y oro, y parece que nunca más el maestro Fermín le confeccionaría un terno en esa tonalidad a ‘Paquito’,  seis de variadas dehesas y siete orejas no fueron suficientes pa’ que la ‘Corrida de la Beneficencia’ fuera la cereza del serial, ¡No! Madrid, sus aficionados, su gente,  querían que se rompieran esa tarde todos los moldes, la tradición, lo establecido, y aún hasta lo prohibido como lo es por allá el toro de regalo y  por ello luchó de pie  y con el cogote abierto pa’ que fuera por siempre y para siempre ‘La Tarde de Paco Camino’, y por ello las almas que ahí eran testigos de la hazaña exigieron un séptimo  de Domecq, con una octava oreja y así la leyenda se hizo realidad, quedando  grabada a fuego y arte a técnica y destreza  el día que un camero se hizo orgullo de Madrid y filosofía, trazo y esencia de exportación, lo que sintetizó en una sola tarde en la que Camino en Camino, camino el camino del caleidoscopio total de la tauromaquia universal.

Hoy a cincuenta años le preguntaremos a Miguel Abellán, en su calidad de Director de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid; Si las siete cabezas de los toros de aquella epopeya y el terno ¿Están aún en un lugar preferente del Museo de las Ventas?, ¿la razón?, porque la historia de la tauromaquia madrileña no se encontraría completa sin quién partió en un antes y un después,  sin quién marco un parteaguas la ‘Corrida de la Beneficencia’, el señor Don Paco Camino, benefactor del arte y la gracia,  la pureza y la coherencia,   el temple y el acero como virtudes elegantes y trascendentes.

Vaya pues, hasta la ganadería  española de ‘Los Camino’ en  Talayuela, municipio de la provincia de Cáceres,  en la región de Extremadura, a la vera del río Tiétar enfrente de la Sierra de Gredos, por la carretera donde se encuentra el Castillo de Oropesa, cuya majestuosidad lo ha convertido en Parador Nacional,  un ¡Viva  Iluminado!

 Porque eso es él, un hombre claro de mente en lo que tenía que hacer, pa’ llegar a ser, lo que siempre pretendió ser. ¡Un Torero!, a cuyas virtudes habrá que sumarle el don de la ecuanimidad y la respetabilidad que fue logrando y que conserva, por ello cuando su voz templada se escucha emitiendo una opinión o un juicio, no son palabras lo que resuena, es el fluir, de la sabiduría.