Recién decíamos que pa’ el complete con el que tiene que cumplir la empresa de la Plaza
México en el 2018 tuviese interés, se
requería de quienes fuesen a armar la marquesina le echaran imaginación y como ya echaron pa’ fuera su oferta, podemos decir que
brinca el que no estén los nombres de Enrique Ponce y José Mari Manzanares,
esto pienso tiene que ver más con los toreros que ya burbujearon la copa de cemento y como el
champagne no es pa’ servirse a granel, pues después de que Ponce va hacer
declarado el triunfador de la temporada ¡pues ya estuvo!
Pero vayamos con los festejos que se empalmaran con los que
se vienen desahogando y que concluirán allá
por el 11 de febrero, donde sobran una media docena de nombres sin pezuñas y
otros con ellas no gustaron, pero desde luego algunos carteles tienen puntos interesantes, como va hacer constatar
el avance en solidez que pueden mostrar los toros de Caparica, los que con un
poquito de gracia y otra poquita, que ponga Jerónimo, pueden armar una Bamba, más adelante se verán los toros guapos de La
Joya, a los que Silveti y Roca Rey les pueden provocar un alboroto y es que
esos toros, sí que son serios, esto y algo más en enero.
Ya en febrero en
dualidad se verá un agarrón entre ‘El
Juli’ y Sergio Flores y al día siguiente que será constitucional, los toros de
Jaral de Peñas se pueden ir con faenas internacionales del francés Castella y
del peruano Roca Rey, el cerrojazo lo darán con el caballero Andy Cartagena, más
Arturo Macías, que por tesonero ahí estará y le darán otra oportunidad a Leo
Valadez de decir ¡aquí estoy!
Con esto la
empresa va a salir por debajo de lo que
la gente esperaba y eso que en el contexto general los sismos paradójicamente
les dieron una bocanada de distracción, mas nadie puede negar que la Plaza México,
como alcohólica, ya casi toca fondo, pues lo duro va a venir el próximo
año donde entre el ánimo hecho una piltrafa, las campañas políticas en donde
los anti taurinos la van orinar, el mundial de futbol que la va a ensombrecer
hasta llevar los toros al vale madrismo y
la muerte de su compañero el Estadio Azul, que será demolido y cuyos fiambres van alterar
todo lo que esté ligado a él como la plaza que por abajo está conectada con un pasadizo,
que es el desfogue por el que entran y salen los camiones de gran tonelaje, amén
de que con la construcción del desarrollo comercial, sería un peligro que la
gente se acercase, ni por el frente, ni por atrás.
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